06 Agosto 2013
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No me equivoco al afirmar que el narrador, ensayista, poeta y escritor Geovannys Manso, -Vueltas, Villa Clara, 1974-, es uno de los preferidos por los lectores de menor edad en el país; para comprobarlo solamente es necesario ir a las librerías, y Ferias internacionales del Libro, y ver la búsqueda incesante de sus obras.
Sobre los gozos que siente cuando se percata que gusta a los lectores más pequeños dijo: “Toda satisfacción significa un reto. Una noche estaba en el Café Literario de Santa Clara, y se me acercó una niña con su familia para preguntarme si yo era el autor de Un lugar en el mundo, y le dije que sí. Ella sonrió, y la madre me dijo que no se separaba de ese libro, que cada noche había que leerle algún fragmento. Digamos que esa sonrisa basta para saber que estás haciendo bien tu trabajo, y el reto, es no engrandecerse; el reto, es volver a la página en blanco y saber que debes, y es preciso escribir un libro que sea digno de aquella sonrisa”.
Como parte de la Misión Cultura Corazón Adentro, el también editor es actualmente colaborador en la República Bolivariana de Venezuela. Al respecto dijo a Radio Rebelde vía INTERNET: “trabajo en el Distrito Capital, en una zona colonial: la Parroquia La Pastora; muy cerca de allí está El Camino de los Españoles, por donde transitó Martí tras su llegada a Caracas.
Indicó que el trabajo consiste en desarrollar talleres comunitarios de creación y apreciación literarias, de favorecer el hábito por la lectura, de crear espacios comunitarios entre niños, jóvenes y adultos mayores, para el conocimiento de nuestros autores, de nuestras tradiciones.
Sobre sus motivaciones para escribir afirmó que son generales: “no varían cuando escribo un ensayo, un poema, una novela, o cuando lo hago para los niños. Todo autor intenta develar un mundo, una verdad, una sensibilidad, una nostalgia, un dolor, una exaltación. Necesita fijar sus obsesiones. Mis libros no lo intentan menos.
“Me motiva, sobre todo —pues mi cerebro es muy cinematográfico, siempre lo ha sido—, imaginar el rostro de cada lector posible: sus reacciones, sus preguntas; verlo inmerso en ese universo analítico, poético o narrativo que hemos creado”.
“Mi primer libro se publicó en el 2001: La soledad y otras mentiras, un breve cuaderno de cuentos; realmente escribí mis primeros textos en la década de los 90, mientras estudiaba Medicina, en Santa Clara, vinculándome con jóvenes poetas, trovadores, con los espíritus de una noche desconocida para mí, pues se trata de una ciudad muy bohemia e inquieta, polimorfa, y tanto los libros, como la ciudad, me ayudaron a formarme. Sin embargo, no fue hasta 2006 o 2007 que apareció mi primera novela para niños: Violante, que en la próxima Feria Internacional del Libro, en 2014, será reeditada por la Editorial Gente Nueva.
Sirven para adentrarse en el mundo interior del joven escritor, sus propias palabras: “Cuando escribo me sumerjo en tantas aguas, abismos, y lluvias, que emerjo convertido en innumerables seres y sombras. Tengo unos hábitos de escritura muy irrestrictos, pues cada libro merece lo más profundo de ti, no pinceladas dispersas”.
“Cuando escribo algunas páginas, y estoy satisfecho, siento que he palpado el centro de muchos misterios. No es arrogancia, no es vanidad, es un sentido de utilidad total. De ser, sencillamente, el mejor hombre, el mejor padre, el mejor esposo, el mejor amigo cuando escribo, y sólo cuando escribo”.
Si no pude seguir siendo médico,-afirmó-, es porque sentía que lo más humano de mí, lo más sólido, estaba entre los libros, y todo hombre debe aprender a buscar, y a encontrar el sitio desde donde proyectará su luz más clara y vital.
Ha publicado La soledad y otras mentiras (cuento, Ediciones Sed de Belleza, 2001); Las palabras ausentes (cuento para niños, Editorial Capiro, 2006); Cifras de la muerte (poesía, Ediciones Ávila, 2006); Insomnios de la palabra (ensayo, Casa Editora Abril, 2007); La isla inmersa (novela, Editorial Capiro, 2007-Editorial Letras Cubanas, 2008); Violante (novela para niños, Ediciones Sed de Belleza, 2008-Editorial Gente Nueva, 2013), Un lugar en el mundo (novela para niños, Editorial Oriente, 2009); ¡Cuidado!, niña en el jardín!, La Pereza Ediciones, Miami, 2013.
Su obra mereció, entre otros, los premios Calendario de ensayo, Cuba (2005); Fundación de la Ciudad de Santa Clara de novela, Cuba (2006); «Herminio Almendros», Cuba (2008), el II Premio Internacional de poesía Bonaventuriano, Colombia, (2008), y Mención en el Premio Casa de las Américas de novela (2011).
Geovannys agregó que en los últimos tiempos, la novela ocupó sus necesidades creativas. “Anhelo culminar una que tiene por centro al Grupo Orígenes, narrada por una persona que vivió muy de cerca aquellos momentos trascendentales para nuestra cultura y que, sin embargo, poco o nada sabemos de su pensamiento: María Luisa Bautista, la viuda de Lezama. Unas cartas de María Luisa Bautista a María Zambrano, nos demuestran su sensibilidad, su fidelidad no sólo a un hombre, sino a una cultura, a un país, a una tradición.
“Espero que mi pronto regreso a Cuba signifique el aceleramiento de mis ritmos narrativos. Siempre he creído que se necesitan ciertos olores, ciertos ruidos, ciertas cadencias que solo encuentras en tu casa, en tu país, en tu calle. He cumplido con mi tarea aquí, y citando a Raúl Paz: “Nada mejor que volver a casa / nada mejor que volverte a ver…”/Fuente: Teresa Valenzuela García, de Radio Rebelde
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